En las entrañas de mi tierra



El audiovisual producido en el año 2003, se basa en el poema de Américo Silva ¨En las entrañas de mi tierra¨ quién expresa en sus versos., la necesaria e ¨intensa necesidad de lucha...¨que surge desde su posición de guerrillero y activista social.

El poema fue escrito en diciembre del año 1970 desde las montañas del oriente venezolano.

La producción del vídeo se realizó en los estudios de Producciones Proartim C.A, y cuenta con la narración de su hijo Italo Américo Silva, quién actualmente se desempeña como Comunicador Social y activo miembro de la Fundación Américo Silva.

Recolección de testimonios y documentos.

Camaradas, amigos y amigas:

Reciban un fraternal abrazo de todos los integrantes de la Fundación Américo Silva. En esta oportunidad queremos comunicarles que actualmente estamos haciendo investigaciones históricas de algunos aspectos relacionados con la lucha revolucionaria de Venezuela en las décadas de los 60, 70, 80 y 90. , del siglo pasado. Tarea en la cual les invitamos a participar por ser ustedes revolucionarios de vieja data y protagonistas o conocedores de algunos hechos de esa etapa histórica.

Para este trabajo, además, estamos contactando a cuantas personas puedan suministrar datos a través de sus testimonios, así como facilitar copias de documentos, grabaciones, fotografías u otros materiales que sirvan de soporte al trabajo de investigación, para la elaboración de impresos y audiovisuales, que serán difundidos a través de la página web de la Fundación Américo Silva y cualquier otro medio posible.

El trabajo que hoy nos ocupa y que comprende aspectos biográficos de revolucionarios y revolucionarias y narraciones de hechos, reflexiones, opiniones, etc., lo hemos venido desarrollando desde hace tiempo, con toda la rigurosidad del procesamiento de la información que hemos logrado recabar; pero aún se necesitan más datos y mayor participación colectiva. Estamos seguros, que entre todos podemos hacer un modesto pero valioso trabajo sobre aquella etapa del movimiento revolucionario venezolano, sus planteamientos políticos e ideológicos de esencia marxista leninista y todo lo que encerró aquel proceso de lucha librada en nuestro país por el Socialismo como sistema de igualdad y justicia social; las luchas libradas contra el imperialismo norteamericano, contra el capitalismo y sus aliados terratenientes y las luchas por la defensa de los derechos humanos y las libertades democráticas.

Período este, en el cual, el pueblo venezolano comenzó a conocer con gran acierto que el camino de la revolución socialista era y sigue siendo la vía a seguir por los grandes conglomerados humanos segregados y que buscan la igualdad social. Vía asumida y recorrida por cientos de hombres y mujeres quienes dejaron sus vidas, como todos sabemos, tanto en el combate guerrillero como en los centros de tortura o en los enfrentamientos carcelarios y de calles desde las fábricas, liceos y universidades del país. Ellos fueron pioneros de nuevos paradigmas y son mártires, héroes y heroínas de la revolución venezolana y latinoamericana. Ellas y ellos hicieron un pedazo de esa historia a la cual nos referimos. Proceso en el cual estuvimos involucrados y nos marca el compromiso de dar nuestra contribución a fin de permanecerlo vivo en la memoria futura.

Hoy, al paso del tiempo, sabemos lo valioso de nuestros testimonios, por intrascendentes que nos hayan parecido en aquellos tiempos. Con la sumatoria de datos aportados por muchos, creemos, se podrá armar parte de la historia del movimiento revolucionario venezolano y escribir aspectos de las historias de vida de aquellos hombres y mujeres. Hay quienes que tienen memoria de elefante y se acuerdan de muchas cosas con facilidad, otros tienen que hacer grandes esfuerzos para revivir hechos, fechas, situaciones, conversaciones y actitudes propias y ajenas, que para algunos, les resulta doloroso recordar. Todos sabemos lo oprobioso de aquellos sistemas represivo y lo difícil que era el trabajo clandestino y los peligros que representaba guardar materiales. Muchos fueron destruidos a conciencia pero algunos existen en manos de algunos que pudieron resguardarlos. La tarea necesaria es buscarlos para darle un uso colectivo. Recordar y dar testimonios de hechos, rememorar anécdotas o alguna frase contundente de algún compañero o compañera y que esté ahí, en la memoria, es de gran utilidad para este proyecto, porque ayuda a estructurar el cuerpo y sustancia de pasajes de esa historia nuestra que merece ser escrita y legada a las futuras generaciones.

A menudo cuando revisamos los textos de historia de los niños de primaria o de bachillerato, podemos ver que no recogen absolutamente nada de los inmensos esfuerzos hechos por las revolucionarias y revolucionarias de esa época. Otras publicaciones o programas audiovisuales, en su mayoría, cuando mencionan estos temas es para denigrar o tergiversar. Para muchos autores es como si en esa etapa ninguno de esos hechos hubiesen ocurrido y en nuestro país no hubiese pasado nada desde la época de la independencia. Esa es otra forma de muerte, la peor de todas. Por tanto, ante eso, es necesario recopilar cuanto podamos de esa memoria colectiva y difundirla a través de cualquier medio.

A los sobrevivientes, a quienes fueron protagonistas o testigos. A cuantos estuvimos involucrados, en algunas luchas de aquella etapa y permanecemos fieles a esos principios, nos queda el compromiso de recoger en algunas cuartillas reflexiones, opiniones, anécdotas, etc. Y contar los recuerdos de la labor revolucionaria de quienes llenos de sueños quedaron en los caminos de la patria. Es lo mínimo que debemos hacer. Es nuestro deber. De otro modo, la historia de la lucha| revolucionaria de los 60, 70, 80 y 90. seguirá siendo ignorada, incompleta ó tergiversada. O contada por otros que no tienen las mismas vivencias de quienes allí estuvieron. Quedan pues, invitados a enviar cualquier material que consideren importante para este trabajo.

Con cordiales saludos,

Argelia Velázquez de S.


Caracas, 30 de marzo de 2009

Este 31 de marzo se cumplen 37 años de su caída en combate

ORIENTE RINDE HOMENAJE AL COMANDANTE GUERRILLERO AMÉRICO SILVA


Monagas, Anzoátegui y Bolívar rinden tributo a su vida de lucha

El Comandante Guerrillero Américo Silva, símbolo de las luchas del pueblo venezolano por el socialismo y en contra del imperialismo, concentró su acción revolucionaria en el oriente venezolano. Durante 12 años se mantuvo en la lucha armada. Murió el 31 de marzo de 1972 en enfrentamiento con la Guardia Nacional en el kilómetro 27 de la carretera de El Pao, estado Bolívar. Nació un 16 de marzo de 1933 en Campo Alegre, cerca de Aragua de Maturín, otrora Distrito Piar del estado Monagas. Este año estaría cumpliendo 76 años. Ante algún revés de las luchas revolucionarias decía: “La lucha de los oprimidos, por el socialismo, contra el capitalismo y su máxima expresión imperial, es diversa y arriesgada y no termina ni con la traición de un desclasado ni con la muerte de un guerrero”. Los homenajes públicos coordinados por la Fundación Américo Silva para honrar su memoria son:


• Martes 31 de marzo: Acto en el Cementerio de Chirica, San Félix, estado Bolívar. Hora: 10: 00 a.m.

• Sábado 4 de abril: Acto Político Cultural en Homenaje al Comandante Guerrillero Américo Silva. Lugar: Teatro Municipal. Hora: 5:00 p.m. Sesión Solemne del Consejo Legislativo del Municipio Piar. Se declarará al Comandante Guerrillero Américo Silva como Hijo Ilustre de Aragua de Maturín. Lugar: Teatro Municipal de Aragua de Maturín. Hora: 3:00 p.m.

• Domingo 5 de abril: Círculos Bolivarianos, Escuadras, Patrullas, Batallones y Frentes de Formación Ideológica de Guayana, reunidos en la Circunscripción Socialista Américo Silva, realizarán Homenaje en el Cementerio de Chirica, San Félix. 9:00 a.m. De Allí partirán hacia el kilómetro 27 de la carretera El Pao, donde se inaugurará un Monolito y una Placa en el sitio donde murió Américo Silva. Seguidamente en la zona de Pozo Verde, se realizarán conversatorios sobre la vida del Comandante Guerrillero.

El acto central será a las 5 de la tarde del sábado 4 de abril en el Teatro Municipal de Aragua de Maturín. En este evento político cultural, participarán familiares, amigas, amigos y camaradas de lucha del Comandante Guerrillero Américo Silva; Gobernadores y Alcaldes revolucionarios; representaciones de Aragua de Maturín y demás pueblos de Monagas y del resto de los estados del oriente del país, además de directivos y miembros de la Fundación Américo Silva. El acto es organizado por la Fundación Américo Silva, la Fundación Emperatriz Guzmán, Producciones Proartim, EPS, y el Comité Organizador de este acto en Aragua de Maturín. Se cuenta con el solidario apoyo de la Alcaldía del Municipio Piar, el Consejo Legislativo del Municipio Piar, el Instituto de la Cultura del estado Monagas-Casa de la Cultura de Aragua de Maturín, PDVSA Monagas, Frente Petrolero del estado Monagas, Frente de Estudios Socialistas de Santa Bárbara, Universidad Bolivariana de Venezuela-Monagas, Consejos Comunales, Escuadras y Batallones Socialistas de oriente y otras zonas de Venezuela que llevan el nombre del Comandante Guerrillero Américo Silva. Además, otras organizaciones e iniciativas particulares.

COMANDANTE GUERRILLERO AMÉRICO SILVA

Américo Silva, militante marxista leninista, activista urbano y guerrillero, nace en Aragua de Maturín, capital del otrora Distrito Piar del estado Monagas. Al morir su padre, Alberto Tirado, Américo, con apenas 12 años, toma una trascendente decisión: dejar la escuela para poder trabajar. Con su madre, Marcolina Silva, y sus hermanos, Alberto, Juan José, Antonio, Italo y Fernando, encara la subsistencia con firmeza y dignidad. Trabaja de bedel en el comedor escolar de Aragua y luego como vendedor de productos del campo en los portones de las compañías petroleras de Caripito y Jusepín. Así, desde muy joven, enfrenta la desigualdad social, la dominación extranjera y la necesidad de cambiar tal realidad. En la Escuela Cacique Taguay, de Aragua, culmina su primaria. Desde los 15 años discute la política nacional con Simón Sáez Mérida, Joaquín Blanco y Trino Barrios.
Para 1953, con 20 años, lucha contra la dictadura de Pérez Jiménez, en San Félix y Ciudad Piar, estado Bolívar. También en Aragua de Maturín, donde es perseguido por la Seguridad Nacional. A los 23 años vive en San Félix y es miembro de la resistencia clandestina de trabajadores. Al iniciarse la industrialización del hierro trabaja como conductor de ferrocarriles de la Orinoco Mining Company, OMC. Allí siente, con mayor fuerza, la explotación capitalista y la discriminación hacia la clase obrera. Junto a otros trabajadores progresistas fomenta las ideas revolucionarias, defiende y organiza a los obreros para rescatar el Sindicato del Hierro, bajo el dominio de los intereses patronales. Esa lucha se extiende hacia la defensa de las familias campesinas del Cerro de La Parida, hoy Cerro Bolívar, desalojados por la OMC, y la Guardia Nacional.
Derrotada la dictadura, Américo cumple tareas en el Instituto Agrario Nacional, IAN, en Monagas. Allí reparte tierras a campesinos, organiza sindicatos agrarios, activa luchas por el derecho a la tierra y contra terratenientes y latifundios. En 1960 participa en la fundación del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR. En el Campamento de la Juventud del MIR en Culantrillar es instructor de formación político-militar.


Para 1961 se ocupa de las guerrillas urbanas de oriente. Cuando tiene 30 años, es responsable de la Retaguardia y Logística del Frente Guerrillero Ezequiel Zamora asentado en los estado Miranda y Guárico. En oriente, con otros camaradas, funda el Frente Antonio José de Sucre al cual sirve como Primer Comandante. Viaja dos veces a Cuba y regresa al país el 8 de mayo de 1967 con el llamado Desembarco de Machurucuto, expresión de internacionalismo proletario. Tras la división del MIR, en 1970 se crea Bandera Roja. Américo Silva, está entre sus fundadores. Como parte del Comité Político Nacional de ese partido, miembro de la Comandancia del Frente Guerrillero Antonio José de Sucre y responsable político-militar del Distrito Trino Barrios, defiende la lucha armada y cuestiona la “pacificación” propuesta por el Gobierno de Rafael Caldera, política denominada por el pueblo “La paz de los sepulcros”. Desde 1971 concentra en Guayana trabajos políticos entre sectores de barrios, campesinos, obreros y estudiantes. A los 39 años muere en combate con la Guardia Nacional el 31 de marzo de 1972, en el kilómetro 21 en la carretera El Pao, San Félix, estado Bolívar.
Américo Silva se mantuvo durante 12 años en la lucha armada. Desde 1960, hasta 1972. Doce años en combate por el pueblo, sin interrupción, dudas ni sesgos. Vivió con entusiasmo y alegría. Luchó con vehemencia por la toma del poder y la instauración del socialismo en Venezuela. Ante algún revés, decía: “La lucha de los oprimidos, por el socialismo, contra el capitalismo y su máxima expresión imperial, es diversa y arriesgada y no termina ni con la traición de un desclasado ni con la muerte de un guerrero”. Américo, constituyó una familia con Argelia Velázquez de Silva, educadora, periodista y luchadora social con quien tuvo tres hijos: Hildemar Antonio, Italo Américo y Víctor Ricardo. La honradez, la solidaridad y la constancia revolucionaria definen su personalidad y calidad humana. Sus altos valores socialistas lo hacen destacar como líder político y comandante guerrillero. Hombre del pueblo que a fuerza de ejemplo se ganó el respeto y amor de familiares, amigos, y de quienes lucharon a su lado. Con ellas y ellos reafirmamos el epitafio en la tumba de El Flaco Américo: ¡Hasta la Victoria Siempre. Patria o Muerte, Venceremos!

Textos: Lic. Argelia Velázquez de Silva, Lic. Italo Américo Silva. Fundación Américo Silva.

-